Las invitaciones oficiales enviadas no incluyen a algunos personajes famosos esperados

Por supuesto, los miembros activos de la Familia Real británica no faltarán a la cita. En especial, el príncipe William y su esposa Kake Middleton, quienes acompañarán al monarca en su recorrido, desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster, una vez finalizado el servicio religioso. El hijo mayor de Carlos III ha sido uno de los encargados de los preparativos y desempeñará un papel muy importante. En un momento del acto, el heredero se arrodillará frente a su padre para jurarle lealtad y, después de tocar la corona de San Eduardo, lo besará en la mejilla derecha.

El príncipe George, segundo en la línea de sucesión, tendrá también un rol preponderante en la coronación. Será uno de los Pajes de Honor de su abuelo que formarán parte de la procesión a través de la Abadía de Westminster. Además, tendrá la tarea de sostener la túnica que llevará su majestad para la investidura, razón por la cual ambos han estado ensayando con una bata, según voceros del Palacio de Kensington.

Entre los miembros más jóvenes de la familia real que también estarán presentes, se encuentran el príncipe Louis y la princesa Charlotte. Aunque debido a su corta edad, no asumirán una responsabilidad clave como su hermano, serán testigos de ese acto histórico, con su particular carisma, como lo han sido en otras ocasiones especiales.

El príncipe Enrique tampoco se perderá este momento tan importante para su padre. A pesar de no ser un miembro activo de la realeza y de toda la polémica generada tras la publicación de su libro, asistirá como invitado a la coronación como un invitado más, pero sin su esposa. No se sabe si por ser hijo del Rey tendrá alguna participación especial en la ceremonia.

Eugenia y Beatriz, hijas del príncipe Andrés, son otras de las sucesoras al trono británico que estarán presentes en la Abadía de Westminster el 6 de mayo. Sin embargo, está por verse qué papel desempeñarán ese día. La que no recibió invitación fue la madre de las sobrinas del soberano, Sarah Ferguson.

Como era de esperarse,la presencia de la única hermana de Carlos III y decimosexta en la línea de sucesión, es un hecho más que confirmado. Asistirá junto a su esposo Mike Tindall y sus hijos Peter Phillips y Zara Tindall, quienes también figuran en la lista de invitados.

La lista oficial incluye otros nombres de parientes cercanos a su majestad, pero no tan famosos. Es el caso de los nuevos duques de Edimburgo, el príncipe Eduardo y su esposa Sophie, así como su hijo, James Mountbatten-Windsor, conde de Wessex. También está la hija de la princesa Margaret, Lady Sarah Chatto junto a su esposo Daniel Chatto, y sus hijos Samuel y Arthur Chatto. Luego, los integrantes de la realeza que viven en el exterior.

Aunque de acuerdo con la tradición británica, las ceremonias de coronación deben ser entre el soberano y su pueblo, esta vez será diferente. El Rey Carlos III quiso salirse de lo habitual e invitó a sus homólogos de los demás países. Algunos de ellos ya confirmaron su asistencia.

Aunque mucho se ha especulado acerca de su asistencia, al parecer el príncipe Alberto II de Mónaco y su esposa, la princesa Charlene, confirmaron su presencia el 6 de mayo en la Abadía de Westminster. Habrían dicho que tratarán de ir porque desconocen cuántos actos solemnes como ese verán en su vida.

Otro gobernante y primo lejano de Carlos III que estará en su coronación es el Rey Felipe de España, junto a la reina consorte Letizia. Ambos asistieron a Londres en septiembre de 2022, para despedir a la fallecida reina Isabel II. Pero, está vez, lo harán para ver la coronación del heredero de la corona británica.

Se espera que a la ceremonia asistan también los reyes Felipe y Matilde de Bélgica, la reina Máxima de Holanda, así como los príncipes herederos Frederik y María de Dinamarca. Otros invitados son el Emir de Qatar, gobernante de Dubai, el príncipe heredero Akishino y la princesa Kiko de Japón.

La reina Camila no dejó por fuera a su familia y amistades. No solo asistirán sus hijos, sino sus nietos, tres de los cuales y un sobrino serán Pajes de Honor. Probablemente, irán también al evento seis de sus mejores amigas, quienes la han apoyado en situaciones especiales. Todo indica que en esta ocasión sus familiares tendrán el mismo tratamiento que los demás miembros de la familia real.

El hijo de la reina consorte, Tom Parker Bowles, es uno de los que tendrá un lugar privilegiado en la Abadía de Westminster para ver a su madre recibir el título real. Se trata de un crítico gastronómico que ha participado en varios reality shows y concursos de comida. En su juventud, fue muy fiestero y constantemente lo despedían del trabajo. Ahora, se dedica a escribir sobre lo que más le gusta: comer.

La otra hija del primer matrimonio de la reina tampoco faltará a la cita. Laura Lopes siempre ha estado alejada del ojo público. Por eso, es muy poco lo que se sabe de ella, salvo que está casada con un ex modelo de la firma Calvin Klein. Sin embargo, su boda se celebró por todo lo alto en 2006, evento al que por cierto asistieron los príncipes Harry y William.

Todos los nietos de la esposa del rey Carlos III estarán presentes en el acto de coronación del 6 de mayo. Tanto los hijos de Tom como de Laura. Ellos son: Freddy Parker Bowles, Lola, Eliza y los mellizos Louis y Gus.

Lógicamente, debido a la trascendencia del evento, la presencia de los representantes del Parlamento Británico es fundamental. Entre los posibles asistentes se encuentran el primer ministro, Rishi Sunat; el primer viceministro, Dominic Raab y el canciller Jeremy Hunt. Los ex primeros ministros del Reino Unido están igualmente invitados. En la lista aparecen los nombres de Boris Johnson, David Cameron, Tony Blair, Theresa May, Gordon Brown y John Major. 

Como una muestra de reconocimiento a su pueblo, el monarca británico invitó a miembros de la comunidad que no tienen relación con la nobleza. En total, son 1250 voluntarios y jóvenes los llamados a participar en las actividades. Incluye a 450 personas que durante la pandemia del Covid-19 se convirtieron en héroes al ayudar a los demás. Entre ellas, el adolescente Max Woosey, quien recaudó más de £ 750,000 para el hospicio de su abuela, y el chef Manju Malhi, que se encargó de impartir clases de cocina en línea.

No es extraño ver a la familia real británica compartiendo instantes con algunas celebridades del cine o el mundo del deporte. Por eso, es de esperar que algún famoso se deje ver en la coronación el 6 de mayo. ¿Quiénes podrían ser?

Dada su vieja amistad con el Rey Carlos III, no sorprende que la actriz y presentadora de televisión. Dame Joanna Lumley esté en la lista de invitados. En 1995, fue nombrada Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE) y en 2022 el título de Dama Comandante de la Orden del Imperio Britanico (DBE), en reconocimiento a su labor social.

La pareja, integrada por el exfutbolista de la selección inglesa y la diseñadora, es cercana a los círculos reales. Victoria participó en la preparación de la lista de boda del príncipe Harry, y a David se le vió el año pasado haciendo una fila de 12 horas para darle el último adiós a la reina Isabel II, tras su muerte. Sin embargo, todavía no está confirmado si irán.

Esta actriz canadiense de ascendencia surcoreana también estuvo presente en el funeral de la reina Isabel II. Además, fue nombrada miembro de la Orden de Canadá. Aunque muchos esperan verla en la ceremonia, no se sabe si está invitada

A comienzos de abril, el Palacio de Buckingham anunció que la esposa del príncipe Harry, Megan Markle, no lo acompañará a la ceremonia de coronación. El motivo sería el cumpleaños de su hijo mayor, el príncipe Archie, por lo que la duquesa de Sussex se quedará en su casa de Montecito junto al cumpleañero y la princesa Lilibet, para festejar el aniversario de vida del menor.

El cantante Elton John, amigo de la difunta princesa Diana y ahora del príncipe Harry, rechazó la invitación de la Casa Real. Según sus representantes, la razón por la que lo hizo es porque la fecha coincide con un concierto que dará en otra nación.

A pesar de que mantiene una buena relación con la familia real, la ex esposa del príncipe Andrés, no figura en la lista de invitados, Según reveló, es normal porque está divorciada y no es algo que le moleste. Seguirá la ceremonia a través de la televisión y brindará por el nuevo Rey, con un té y un sandwich de pollo.

Tales ausencias podrían deberse a la intención del nuevo monarca de hacer un evento menos ostentoso que el de su madre en el pasado. También a sus planes de reducir la monarquía y los gastos de los miembros de la realeza.

La ceremonia de coronación forma parte del protocolo conocido como “Operación Golden Orb”. Está dirigida por un Comité especial que planifica cada detalle, incluyendo la vestimenta y joyas que lucirán los reyes ese día.

Desde antes del fallecimiento de la reina Isabel II, ya se sabía que el heredero de la corona apostaría por una ascensión al trono menos escandalosa. En esta oportunidad, no se verá la misma cantidad de invitados ni las suntuosidades del evento anterior.

El Rey Carlos III no quiere una ceremonia tan larga como la que protagonizó su madre, la reina Isabel, al ser coronada en 1953. Aquella duró más de 4 horas y la suya tardará menos tiempo. También ha solicitado reducir los gastos, ya que no le parece justo exhibir tantos lujos en un momento de crisis financiera.

Pese a todos los cambios, no se romperá por completo con la tradición. Para ser coronado, Carlos se sentará en la silla del Rey Eduardo. Se trata de una pieza antigua construida en el año 1300, para proteger la piedra Scones de Escocia, o del Destino, utilizada en las coronaciones. El Gobierno británico la devolvió en 1996, pero la traerá de vuelta a Inglaterra, solo para esta ocasión.

El monarca también lucirá la pesada corona de San Eduardo que contiene 444 piedras preciosas, aunque no quiera parecer ostentoso. Por ser una insignia de la ascensión al trono, no tiene otra opción. De hecho, ya ha sido retirada de la Torre de Londres, donde se guardan las joyas más valiosas de la monarquía.

Cuando esté listo para abandonar la abadía, se quitará la insignia medieval y la sustituirá por la Corona del Estado Imperial. La misma que fue colocada sobre el féretro de su difunta madre. De todas las coronas reales es la más nueva. Se fabricó en 1937.

La tradición británica obliga igualmente a Carlos a usar seis túnicas. Una para cada etapa de la coronación; el reconocimiento, la unción, investidura, entronización y el homenaje. Dos de ellas son piezas históricas, mientras que las otras fueron diseñadas especialmente para el nuevo soberano.

En los eventos especiales de la familia real, hay un plato que nunca falta: el pastel de lamprea. Un pescado similar a la anguila con el que se rellena. Es probable que para esta ocasión se mande a hacer uno, como ocurrió durante los dos últimos jubileos de la reina Isabel II.

A diferencia de la ceremonia de 1953, la que se celebrará el 6 de mayo será una doble coronación. La reina consorte Camila será investida junto a Carlos III. Eso no sucedió con el príncipe Felipe, esposo de Isabel II, quien tuvo que conformarse con el título de Duque de Edimburgo.

Eso significa que Camila portará también una corona, siendo la primera consorte en llevar una de esas joyas de la colección. Se ha sugerido que podría ser la Koh-i-Noor que perteneció a la Reina Madre. Sin embargo, dada la polémica revivida por el diamante que tiene engarzado, algunos expertos consideran poco probable que use esa.

El famoso diamante es uno de los más grandes del mundo. Fue descubierto en India y después de pasar por manos de distintos líderes, fue entregado a la reina Victoria como trofeo de guerra, en el período del dominio colonial británico.

Según el periódico El Guardián, pudo ser tolerable que la Reina Madre utilizara la piedra en 1937. Pero quizás, en la época actual resultaría totalmente inaceptable verla en la cabeza de la reina consorte Camila. 

Esa no es la única gema con un oscuro pasado. El diamante Cullinan II, conocido como Estrella de África, también ha generado controversias. Tanto la Corona del Estado Imperial como el cetro real tienen trozos de esa gema descubierta en Sudáfrica. A raíz de la muerte de Isabel II, los nativos están exigiendo su devolución y que no use más para las coronaciones británicas.